viernes, 15 de septiembre de 2023

Desahogos que se me traspapelaron, todos breves o muy breves (IV)

321. Existe un solo grupo humano -dos tal vez-, uno solamente, por el que de buena gana saco la cara y a cuyo bienestar estaría dispuesto a ofrendarle mis deseos menguantes de luchar por nada. En Colombia los llamábamos, en tiempos de menores melifluidad y postureo occidentales aunque de iguales indiferencia y discriminación universales, gamines a secas o, como Orfi y Abe, “gamincitos”: sí, con uno de esos diminutivos casi siempre -no siempre, no en este caso- horrísonos y tan latinos. Llegaron los años 90 y se los empezó a llamar indigentes: perfecto. Y ahí me planto.

 

Por ellos, los parias de cualquier parte que de todo carecen y de los que tan pocos Nicolós se ocupan, estaría yo dispuesto a abandonar esta silla y este escritorio en los que leo y algo escribo para luchar a brazo partido contra la discriminación de toda índole que soportan por parte de prácticamente toda la sociedad y en el más estoico de los silencios. Yo, que por ser ciego de nacimiento conozco muy bien de qué va la discriminación que en contra del diferente ejercen (ejercemos) los hombres, las mujeres (algún día les cuento siquiera un par de miserias de las que he sido objeto a manos de algunas profesoras y colegas con tetas y jefas y estudiantes con tetas y condiscípulas y…), los niños-prefiguración de adultos malparidos, las niñas-prefiguración de adultas malparidas y por descontado que también “demasiades de eses” que hoy pretenden escapar de lo humano adjudicándose la categoría absurda

de ‘no binario’, siento y creo que muy escasos son los congéneres por los que se deba abogar a bulto. ¿Por qué hacerlo, entonces, por los gamincitos, los gamines más grandes y por “todos” los indigentes de Bogotá, Colombia y el mundo -se estarán preguntando ustedes-? Pues porque el demasiado sufrimiento que provoca la exclusión lava toda traza de mala leche que en esas criaturas pueda haber. Y punto.

 

322. Ahora: si de las palabras y de los actos cariñosos de algunos familiares heredé esta suerte de solidaridad con su desgracia, de mis amigos Eduardo, Puchis y Gladis La Guajira aprendí que entre quienes comparten semejante destino no escasean la generosidad, el desprendimiento, la lealtad y muchas otras caras de la bondad humana y no porque me lo hubieran contado: ¡me hicieron su depositario!

 

Y la literatura se encargó del resto: Willy Christmas, Molloy, Andrés Tangen. Se encargó de que a diario me pregunte cuántos nómadas urbanos con encéfalos privilegiados comen aquí y en todas partes física mierda a la par con los normalitos.

 

323. A los bienintencionados que, como el columnista, no cejan en la esperanza de que del olmo les lluevan peras, les recomiendo que lo mejor que pueden hacer es sentarse a esperar, ojalá bien aprovisionados y a cubierto, porque su parusía se puede tardar un poco más que la religiosa: “…¿Cómo pudo este político modesto lograr esos resultados espectaculares? Los historiadores tienden a coincidir: por su actitud tranquila y su capacidad pragmática de construir consensos y coordinar su gabinete, aterrizando las grandes ideas en reformas y políticas concretas y razonables que pudieran ser implementadas. Las reformas profundas y duraderas, parece decirnos Attlee, no son los grandes discursos: son políticas concretas, bien diseñadas, que logren grandes apoyos y puedan ser implementadas. Y aunque el Reino Unido de la posguerra es muy distinto de la Colombia actual, tal vez el gobierno del cambio podría aprender algo de la modesta eficacia de Attlee”.

 

Pero lo más descorazonador de todo es, doctor Uprimny, que a los posibles Clements criollos que por desgracia no fueron (Carlos Gaviria, Luis Carlos Galán, Antanas Mockus…) o a las que aún podrían serlo (Gina Parody, María Ángela Holguín, Cecilia López Montaño…), la componenda izquierda de la ira-derecha atrabiliaria, cada una con sus discurseros incendiarios, sus brazos armados y sus legiones fanáticas de votantes, les habría torpedeado y les torpedearía cualquier buena iniciativa y esfuerzo por hacer avanzar al país, puesto que lo suyo es medrar en medio del anquilosamiento. De modo hermano que ni pa qué joder.

 

324. Una pregunta para mis estudiantes españoles de ciencias políticas: ¿quién -Santiago Abascal o Carles Puigdemont- se congraciaría con Cercas tras leer su columna del 19 de agosto de 2023 en El País de España? Sustenten convenientemente sus respuestas, muchachos. Y una para mis estudiantes también de ciencias políticas, acá en Colombia: ¿a cuál o cuáles de los articulistas que leemos hebdomadariamente en El Tiempo, en El Espectador, en Cambio, en El País de España, se les pueden atribuir la ecuanimidad y la honestidad intelectual y política del gran Javier? En la justificación de sus respuestas deberán figurar ejemplos tomados de distintos artículos de el o los que a su juicio reúnan semejantes méritos.

 

325. Cómo les va pareciendo a ustedes que se van los carajos estos que sacaron entre 0 y 1, no sólo porque escriben horrible, sino porque contestaron dizque Santiago Gamboa, o William Ospina, o Julio César Londoño, o Cecilia Orozco Tascón cuando no los cuatro, a quejársele al decano, que ni corto ni perezoso me requirió en su despacho.

 

--Me sorprende, profesor Ríos -dijo tras saludar con amabilidad y pedirme que me sentara-, que usted, que da la impresión de hallarse muy al tanto de lo que sucede en el mundo, desconozca que esta facultad y muchas otras no pueden sustraerse a los imperativos de la era de las redes sociales con sus hechos y sus realidades alternativas, que le dan a cada cual carta blanca, y ni qué decir tiene que también a nuestros estudiantes, para ver en un Carlos granés, o en un Juan Esteban Constaín, o en un Héctor Abad Faciolince, o en un Mauricio García Villegas, o en un Juan Gabriel Vásquez a militantes de cualquier extrema, cuando no de ambas a la vez. Por si no lo sabía, en las facultades de humanidades y afines hoy nos guiamos por impulsos, visceralidades y adhesiones que ninguna justificación precisan. Ah, y un consejo de colega -remató al tiempo que se levantaba para guiarme a la puerta-: si su norte en la docencia son las discusiones ponderadas y la evaluación objetiva, enséñeles a estudiantes de ciencias. A mí no me ha ido nada mal con los que trabajo.

 

Nos dimos la mano y me fui…, para siempre de aquel campus. Ya se verá si de todos.

 

326. Lo reconoce el educador que quise ser: antes que conseguir, primero, que se aquerenciaran con la literatura para, luego, asistir ojalá a su enviciamiento sin retorno, dediqué, si cabe, más empeño a, por un lado, vencer la apatía política de los estudiantes que callaban cuando los alienados de la extrema izquierda repetían, ahora en clase, los escupitajos ideológicos que oían en las asambleas estudiantiles y, por otro, a intentar morigerar, mediante la lectura y los debates que de ella se suscitaban, las pulsiones extemporáneas de revolución de los anacrónicos. Como lo primero produjo magros resultados y lo restante aun peores, aquí me tiene, estimado Juan Esteban, pensionado a los 49 años y sin pisar un aula “real” hace lo menos cuatro, leyéndolo a usted y a los demás del cenáculo, y en el fondo nostálgico de no poder compartir con todos esos muchachos reflexiones como ésta, que de procesarlas como es debido los harían tan sabios: “La devoción por los políticos, adorarlos como semidioses y seres superiores, seguirlos casi con fervor religioso -quitemos el adverbio ‘casi’, que por lo general sobra: con fervor religioso, de manera ciega y abyecta-, es uno de los atributos esenciales de la política y el poder, cuyos representantes suelen estar investidos de una fuerza sobrenatural, un carisma ante el cual se pliegan de rodillas, dichosos, en éxtasis, sus seguidores. […] Puede ser desde la izquierda o la derecha, da igual, los extremos muchas veces se confunden. En esas sectas y capillas todo queda sometido al poder mesiánico del líder, a su mensaje de redención y cambio que justifica cualquier cosa, incluso la perpetuación de aquello que se supone que había que cambiar. Es mejor decirlo así y no inventarse sofismas ni motivos expiatorios: nada de lo demás importa mientras el caudillo sea el que es, y punto. ‘Ladrón o no ladrón, queremos a Perón’, dicen que decían los argentinos. Quizás eso sea preferible (menos indigno, sobre todo para los eternos indignados de la víspera) que negar la realidad” (a base del tan socorrido ‘yustequeísmo’, el deporte universal de los adeptos -de los abyectos-).

 

327. Si Luis fuera el jugador que se acaba de coronar campeón del mundo y Jenni(fer) la dirigente que en medio de la euforia “besó” -¡pero si a aquello tan baladí o cariñoso se lo llama ‘pico’!- a Rubiales en la boca, las redes y el mundo se estarían diciendo que tan Hermoso. Yo que ustedes, jaleadores con falo de las desmesuradas, me agarraría bien fino y me encomendaría al dios en que crean porque las ordalías de esta misa negra no han hecho sino empezar.

 

328. En un sinnúmero de espejos en los que puede uno mirarse prospectivamente se proyectan las imágenes de los caídos injustamente en desgracia, quienes hoy saben que mantenerse al margen (o azuzarlas mientras se celebran sus tropelías) de las jaurías por miedo a las jaurías es cobarde (o rastrero) y peligroso. Los que se obstinen en cerrar los ojos ante el azogue pueda que lo aprendan en carne propia. Moraleja: que te destrocen a dentelladas, pero peleando.

 

329. ¿Ustedes están con Jenni(fer) Hermoso y con este nuevo numerito desatado por la desaprensión de un simple y por un Occidente histérico y ridículo a más no poder? ¡Yo no! Yo estoy, de mente y de corazón -aspiro a estarlo un día también de hecho y de cuerpo presente-, con cada María Soledad Sánchez, Ana Orantes, Laura Angulo y Nancy Mariana Mestre, víctimas genuinas y tangibles de la misoginia de feminicidas probados; con cada niña o adolescente y mujer a la que violan, en España Italia la India y en cualquier parte, de a uno o en grupo, prospectos imberbes de escoria o escoria en toda regla; con las iraníes y las afganas y las musulmanas a las que los ayatolás y los talibanes y demás caverna del peor Islam torturan o matan o secuestran o esclavizan sexualmente. ¿Se creen Yolanda Díaz, Irene Montero, Elvira Lindo, Ana Bejarano Ricaurte y los que con ellas gritan que están cambiando el mundo si destituyen y meten preso al tal Rubiales? Pues déjenme decirles que, si eso piensan -y lo piensan-, son tan simples como el fulano aquel.

 

330. “También mueren los lugares donde fuimos felices”: por todo y ante todo, la finca de la abuela. La casa con solar de la 17 en La Fragua. El parque y el prado y el gimnasio del instituto -no el instituto-. La casa de doña Inés. Nuestra casa y la de las vecinas en San Humberto -no San Humberto-. Mi cuarto con alfabetizadoras en el apartamento de Castilla -no del todo el apartamento de Castilla-. Los bares y cantinas y otros sitios donde me he emborrachado a gusto. Las habitaciones propias, ajenas y alquiladas en que piché exultante. Los salones de clase donde aprendía eufórico y enseñaba agradecido. Los auditorios en los que asisto al milagro de la mejor música clásica que se ejecuta en vivo. El cuarto en el que cada mañana y antes de que aclare me tomo el primer tinto y me fumo el único cigarrillo del día. Este otro en el que duermo y leo y escribo y paso tiempo con mi Tita. Todo lugar en el que haya gozado del privilegio de querer a los que me quieren. Mi casa de Mariquita con todos sus recuerdos de vivos y de muertos entrañables, bípedos y gatos.

 

331. Tres conclusiones que me deja la prosa apátrida número 63. Soy un incompetente para las matemáticas, aun para las más elementales. El árbol genealógico de nosotros los don nadies sin abolengo -¿un 95 por ciento de la especie?: tal vez más- se remonta, y no sin esfuerzo, hasta los cuatro abuelos y pare de contar. Ese texto tan breve y retozón de Ribeyro sería capaz, aclaro que en un mundo onírico, de dar al traste con las fobias racistas y nacionalistas de los imbéciles, si por un momento -el que dure la lectura- la imbecilidad los abandonara en favor de la lucidez.

 

332. Charlando el otro día en la cantina de Lucio y Marcela con un costeño de Curramba que me presentó ya no recuerdo quién, se me ocurrió pronunciar, en vista de que sin amargura se quejaba de su presente profesional, esto que dijo o escribió Ortega y Gasset: “El que no puede lo que quiere, que quiera lo que puede”.

 

--¡Tiene mucho güevo el careverga! ¿Cómo dijijte que se llamaba? ¿José qué?

 

--Don José Ortega y Gasset.

 

--Como se llame. ¿Cómo me vas a salir tú con eso si lo que yo soñaba era ser ginecólogo de adolescencia y primera juventud pero mírame, ¡dijque enfermero en un ancianato!?

 

Nos cagamos de la risa hasta casi caernos de la silla. Le gasté la rasca.

 

333. Si yo fuera un Fernando Savater o un Moisés Wasserman que por azar repasan algunas de las columnas en las que se han burlado de la todavía hoy (2023) adolescente Greta Thunberg, dizque por soñadora y desinformada -como si a la edad de ella todos no lo hubiéramos sido, a más de insignificantes-, y cotejara esos exabruptos con los datos científicos y las imágenes infernales transmitidos por los noticieros a propósito del desquiciamiento del clima en tantas partes, entonaría un mea culpa público en el que reconocería la mezquindad y la inmadurez en las que incurrí al restarle méritos a una quinceañera de la que en cambio ellos dos -y cualquiera en sus cabales- estarían tan orgulloso si fuera su nieta. Será tal la importancia de Thunberg que consigue que filósofos y científicos de mucho o de algún renombre se ocupen de ella para intentar en vano ridiculizarla, entre otras cosas porque los hechos le dan la razón… Y porque no creo que a la sueca los dardos de intelectual le quiten el sueño. Nota: en ‘Perplejidad de gato’, si hiciera falta, pueden dar con una imagen elocuente de las ecpirosis veraniegas glosada por las palabras de un sabio que -él no- no les guiña el ojo a los negacionistas.

 

334. Leo su prosa apátrida 64, estimado Julio Ramón, y me doy a repasar la lista de los putañeros que en esta familia ha habido. César, Abelardo y Gustavo -los vocacionales-; Jairo, Guillermo y algún otro -los ocasionales-. Curiosamente, todos muertos o a punto de morir el último. Curiosamente, ninguno -que yo sepa- entre los de mi generación y muchísimo menos entre los más jóvenes. Mi caso es atípico.

 

No recuerdo cuándo fue la última vez que, solo o acompañado, terminé la fiesta en un prostíbulo. Lo de “terminar la fiesta” se queda grande puesto que nunca -y nunca es nunca- me he acostado con nadie a cambio de plata, y no porque me parezca ruin o indigno. Se trata simplemente de que, entre los misterios que nos definen como personas, el de los gustos y los disgustos sexuales destaca con mucho. Y a mí, al contrario de ellos y usted, el gusto material por las mujeres que ejercen la prostitución, tanto si lo hacen voluntariamente cuanto forzadas por sus muy particulares circunstancias, hasta la fecha no me ha acometido. Ése no pero el dialógico sí.

 

Entre las conversaciones que con ellas atesoro, la que tuve en Manizales a solas con Lina María y luego con Lina María y sus compañeras una noche por desgracia tan lejana, en el puteadero más bello y atípico -por discreto y hogareño- que nadie salvo Kawabata, ni siquiera el forjador de esto que a manera de homenaje procedo a a transcribir, se podría figurar: “…Rostros de mujer, bellas cortesanas, besos pagados, comedia del amor, mis largas, mis incontables noches de bebedor anónimo en Europa, ¿qué cosa me han enseñado? Vieja y exacta metáfora de identificar a la mujer con la tierra, con lo que se surca, se siembra y se cosecha. El arado y el falo se explican recíprocamente. Ellas son en realidad el humus donde estamos asentados, de donde hemos venido, hacia donde vamos. Hacer el amor es un retorno, un impulso atávico que nos conduce a la caverna original, donde se bebe el agua que nos dio la vida”.

 

Si un buen día Fortuna nos volviera a juntar, muchachas, para refrendar lo irrepetible de aquella noche única, quizás les hable de Ribeyro, aunque sin falta de La casa de las bellas durmientes. Que así sea.

 

335. Oyendo la otra tarde La Luciérnaga (nuevamente, muchachos, los colmo de gratitud a todos por tanta irreverencia inteligente: a Alexandra Montoya -mi amor platónico-, a Gabriel de las Casas -sos mejor que Hernán, de lejos-, a Don Jediondo y Risa Loca y el Muelón Sánchez -a mí que me presenten tres malparidos mejores que ustedes-: a todos los humoristas y personajes del programa, aunque en primerísimo lugar a doña Pepita), allegué mentalmente mi respuesta a la pregunta que formuló el director: Y usted a quién envidia.

 

--Yo -comencé cuando me correspondió el turno, es decir cuando cambiaron de tema- lo tengo clarísimo: daría cualquier cosa, cualquiera, por saber lo que saben mi carnal Lisbeth Salander y los mejores de su oficio. Y agregué, para romper el silencio que de repente se hizo: ¿se imaginan ustedes de cuántos Persson me habría vengado, y lo mejor de todo: si se me antoja sin dejar rastro y sin verter una sola gota de sangre? ¡Eso sí que es tener poder!

 

336. Y claro, mientras las feministas profesionales del Occidente más superficial montan su numerito para ensañarse con el Rubiales de turno, los Zalachenkos de todas partes aprovechan el desorden para hacer de las suyas: matar a golpes a las mujeres que odian o, si se les escapan por los pelos, reducirlas para siempre a una silla de ruedas. Les propongo a quienes discrepen de aquello pero sientan que se debe proceder en contra de los violentos y los peligrosos reales, que armemos un frente común y adoptemos los métodos más que eficaces de Lisbeth Salander. Si les suena, llámenme y nos reunimos con ella: 3 16 5 18 90 24. Quién quita: de pronto hasta logre convencer también a Blomkvist de que nos acompañe.

 

337. En la medida en que a Colombia la sigan manteando y la empiecen a gobernar, a lo Frente Nacional, entre la derecha insaciable e indolente y la izquierda resentida e insaciable (miren, si no, a los concienciados Gustavo Bolívar e Isabel Zuleta, para quienes cuarenta sueldos mínimos -que es lo que por encima de la mesa perciben aquí los congresistas- resultan insuficientes para sobrevivir con dignidad), los problemas de todo tipo que nos aquejan desde antiguo no harán más que crecer y aumentar. Los argentinos lo saben bien aunque no lo hayan aprendido.

 

338. La diferencia entre cualquier filósofo-humanista (¿pleonasmo?) y un científico-filósofo como este que me ilumina, la resumen tres palabras la mar de concretas: amplitud de miras:

 

“…La nuestra es una especie muy especial, quizás la especie elegida en cierto modo; pero las humanidades por sí solas no pueden explicar por qué. Ni siquiera plantean la pregunta de una forma que pueda responderse. Confinadas a un espacio de conciencia reducido, festejan los pequeños segmentos de continuos que conocen, hasta el mínimo detalle, una y otra vez, en infinidad de combinaciones. Estos segmentos por sí solos no indagan en los orígenes de nuestras características fundamentales: nuestros instintos autoritarios, nuestra inteligencia moderada, nuestra sabiduría peligrosamente limitada; incluso, insistirán aquellos más críticos, el orgullo de nuestra ciencia. […] Los verdaderos alienígenas considerarían, creo, que nuestra especie posee una propiedad vital digna de su atención. No es nuestra ciencia, ni tampoco nuestra tecnología, como podría suponer el lector. Son las humanidades. Estos alienígenas imaginarios pero plausibles no tienen ganas de complacer o mejorar nuestra especie. Su relación con nosotros es benevolente, igual que la nuestra con los animales del Serengeti, que acechamos y pastoreamos. Su objetivo es aprender cuanto más mejor de la única especie que estableció una civilización en este planeta. ¿Acaso no serían los secretos de nuestra ciencia? No, para nada. No hay nada que podamos enseñarles. Tengamos en cuenta que todo lo que podemos llamar ciencia no tiene ni cinco siglos de antigüedad. […] La humanidad entró en nuestra época tecnocientífica actual -global, hiperconectada- hace sólo dos décadas. Eso no es ni un parpadeo en el discurso rutilante del cosmos. Sólo por casualidad, y considerando los miles de millones de años de edad que tiene la galaxia, los alienígenas llegaron a nuestro nivel actual, todavía infantil, hace millones de años. Hace cien millones de años, incluso. Entonces, ¿qué podríamos enseñarles a nuestros visitantes extraterrestres? Por decirlo de otra forma, ¿qué podría haberle enseñado a un profesor de física Einstein a la edad de dos años? Nada de nada. Por esa misma razón nuestra tecnología sería enormemente inferior. De no ser así, nosotros seríamos los visitantes extraterrestres y ellos los indígenas planetarios. Entonces, ¿qué podrían extraer de nosotros los hipotéticos alienígenas? ¿Qué podría serles valioso? La respuesta correcta son las humanidades. […] La evolución cultural es distinta porque es íntegramente una construcción del cerebro humano, un órgano que evolucionó durante tiempos prehumanos y paleolíticos a partir de una forma muy especial de selección natural llamada la coevolución gen-cultura (en la cual la evolución genética y la evolución cultural influyen cada una en la trayectoria de la otra). El potencial excepcional del cerebro, alojado principalmente en los bancos de memoria del córtex prefrontal, se desarrolló entre la existencia del Homo habilis hace unos dos o tres millones de años y la proliferación global del Homo sapiens, su descendiente, hace sesenta mil años. Para entender la evolución cultural desde fuera mirando hacia adentro, y no desde dentro mirando hacia fuera, que es como lo hacemos, deberemos interpretar todos los sentimientos y estructuras intrincadas de la mente humana. Es algo que exige un contacto íntimo con la gente y el conocimiento de un sinfín de historias personales. Ilustra cómo un pensamiento se traduce a un símbolo o a un artefacto. Eso es lo que hacen las humanidades. Son la historia natural de la cultura, y nuestro patrimonio más privado y preciado…”.

 

Pero qué forma la suya, maestro, de ponerles tatequieto a unos (los humanistas) y a otros (los científicos), a fin de que nadie se sienta la vaca sagrada del potrero: ¿que lo que importa son las humanidades?, ¡en gran medida, aunque lástima que sean tan narcisistas y repetitivas! ¿Que lo que importa son las ciencias?: ¡en gran medida, aunque sin que se nos olvide que frente a las humanidades están en pañales!

 

Ahí tienen, futuros humanistas y futuros científicos, el mejor ejemplo que quepa imaginar del tan cacareado ‘pensamiento crítico’, al igual que una respuesta contundente a la pregunta de por qué, pese a que constituyen una ligazón simbiótica, los estudios de unos y los de los otros se emperran en repelerse o al menos en no mezclarse. De ustedes depende que las cosas cambien.

 

339. Una fiera encapsulada en un peluche: nada distinto son mi Tita, mi Ceniza, mi Mono, mi Muñeco, mi Tola, mi Maruja y mi Lulú; aquel de Balthus al que tanto envidio y no precisamente por la leche que lengüetea; el Capuchino de Villoro y el gato testigo en la Última Cena de Ghirlandaio; los gatos de Goya, los de Lope de Vega y los de Vicente Rojo; los de Darío Jaramillo Agudelo, Baudelaire, Borges, Wislawa Szymborska, José Emilio Pacheco, Eduardo Chirinos, José Watanabe e incluso el de Schrödinger. Pero por sobre todos, el universal de la oda de Neruda.

 

340. Clara López Obregón (la ponemos a ella por delante para que no se diga que en este blog se discrimina “por razones de género”) y Wilson Sáenz Manchola (jamás tan a propósito un apellido… materno, suponemos) se complacen en invitarlos a todos, todas y todes a su conversatorio titulado ‘De las fragilidades y peligros de lo políticamente correcto’, un diálogo en el que este par de defensora y defensor de los derechos humanos le participarán al público asistente sus experiencias más que traumáticas en la utilización del lenguaje inclusivo; herramienta de doble filo con la que se labraron un nombre y se hicieron un sitio en el más empoderado y excluyente de los buenismos, pero con la cual también forjaron su pertenencia sin fecha de caducidad a los anales de la infamia de YouTube y el internet. En el pánel participarán asimismo la “sirvienta” y el “negro hijueputa” que en su momento les otorgaron protagonismo a nuestros dos biempensantes tan malhablados.

 

Como ven, el “evento” promete. De modo que a separar su cupo.

 

341. Pregunta y responde Cercas en el colofón de otro muy buen artículo -todos los suyos lo son-: “…¿Quién teme a la meritocracia? Sólo los privilegiados celosos de sus privilegios”.

 

Como quien dice y en la base de la pirámide, los profesores sindicalizados de educación básica y media que se niegan a que los evalúen o que fabrican sistemas de evaluación tan hechizos y facilistas como las “evaluaciones” con que ellos “examinan” a sus estudiantes, los ministros y secretarios de educación que con ellos se coluden para que la escuela no evalúe rigurosamente, los padres de familia que protestan y ponen a sus hijos en contra del educador que evalúa a fondo porque así mismo enseña, los catedráticos y universidades que aprueban con notas altísimas y otorgan diploma de profesional y de maestro y de doctor a perfectos analfabetos funcionales con algún conocimiento en sus campos y suficiente en plagio pero nada más. Y de ahí hacia arriba y en todas direcciones hasta llegar por ejemplo a un primer ministro o un presidente mediocre -no en pocas ocasiones con “autofama” y fama de genio entre sus huestes- que nombra en los ministerios y demás entidades del Estado a nulidades aquiescentes que no le hagan ninguna sombra y sí muchas genuflexiones. ¿Les parece que hace falta describir el tipo de sociedad en que semejante caldo se cuece?

 

342. Lo que es el azar, Irenita. Si lo primero que hubiera leído de ti hubiera sido esto y no ‘El infinito en un junco’, título que (junto con el noventa y nueve por ciento de tus artículos quincenales en El País) por anticipado te convierte en el único clásico de la literatura vivo que conozco, tal vez ahí lo habría dejado y no serías en mi vida de lector el norte y el referente que eres sino apenas un nombre que se recuerda… o ni siquiera: “…Quizá necesitemos redescubrir que cada mirada sobre el mundo es una peculiar aleación de deseos, experiencias, esperanzas y emociones. Las personas somos un material frágil y valioso. […] Es un hecho comprobado: hagas lo que hagas, siempre tendrás cerca a alguien dispuesto a opinar. Ese cuestionamiento constante erosiona nuestros intentos y nuestros encuentros, nuestros amores y esplendores. […] Nos ayudará, cuando los lazos se enmarañan, dejar de ver mala fe en la opinión ajena, evitar el juicio sumarísimo, aprender a confiar en la honestidad de los distintos. Y ante las torpezas y tropiezos, el dedo acusador casi nunca es la mejor medicina. Más sabio que discutir será divertirse juntos con la variedad de caracteres y actitudes. Cultivar un cierto sentido de improvisación y experimentación infantil. Si a ‘juzgar’ le quitas tan solo una letra, podrás jugar”.

 

Me perdonarás pero se te chispoteó, y a borbotones, la autoayuda. Menos mal que ni Petro ni sus lambeculos leen porque sin consultarte adoptarían tu artículo como prolegómeno de su fementida propuesta de acuerdo de reconciliación nacional, y la escuela y la academia que propugnan el igualitarismo a todo trance y el derecho inalienable a no sentirse ofendidos, ofendidas y ofendides lo adoptarían a manera de carta de presentación de la absurdidad de sus luchas.

 

343. Sigo juntando material de lectura -porque le pienso hacer caso al decano del desahogo 325: ¿lo recuerdan?- para mis futuros estudiantes de ciencias de una asignatura que pueda que se llame ‘De lo bello literario y lo cierto científico’. Y qué mejor que dar comienzo al curso con esta joya:

 

“…Entonces se produjo un estremecimiento en nuestro sistema nervioso y el cerebro, que había sido hasta entonces una máquina fría, precisa y fea, produjo el poema más alto de la materia, la conciencia. Entonces cavamos las primeras tumbas, lloramos de una manera nueva y muy triste y fuimos para siempre mortales. Los vestigios de tumbas más antiguos se han encontrado en lo que ahora es Israel, tienen unos 90.000 años y son considerados la prueba definitiva de que habíamos perdido la inocencia animal y empezábamos a ser esa criatura maravillosa y enferma, capaz de imaginarlo todo e incluso de crear o descubrir dioses, de adorarlos e injuriarlos. La invención de la muerte fue un acontecimiento definitivo. El acontecimiento. Poco después estábamos haciendo arte sublime y moderno sin pasar por el boceto (Chesterton ve aquí la refutación de la evolución: el Homo sapiens no hizo matachos nunca. Armó isopos con yerbas y raíces, tomó carbones negros, preparó jugos verdes y tierras rojas, y trazó figuras mágicas perfectas en las paredes ocres de las cuevas, afirma el policiaco inglés, quizá la inteligencia más preclara de la cristiandad). Fue grandioso, claro. Hacía mucho tiempo que éramos tecnólogos (la palanca, armas de piedra); ya teníamos las palabras, esa potencia capaz de cifrar el universo; ya los brujos lo cubrían con velos de misterio. Pero ahora podíamos conjurarlo, celebrarlo o maldecirlo con las imágenes del arte. Es casi seguro que sin la muerte no habríamos hecho nunca filosofía. La muerte nos salvará un día de la imprudencia de haber nacido (la sentencia es de Cioran) y de la angustia de ser un animal anómalo, esa criatura que se siente estrecha en la tierra y el cielo le queda muy alto.”

 

Me traslado al momento en que alguien entone en el aula, mientras los demás seguimos la lectura en silencio, esta última frase del artículo y puedo ver el asombro en la cara de todos esos muchachos que uno supone enamorados del conocimiento. Interesante sería por otra parte analizar con ellos esto que a mí me asombra: que del cerebro de aquel orfebre mane, en paralelo a los veneros de belleza de su escritura, el más grosero y destemplado sectarismo político. Aunque ése es otro asunto.

 

344. ¿Puedo confiar, gran Victor Hugo, en que en julio del año entrante, si la vida me deparara la mala noticia del ingreso en la cincuentena, las miserias de mis 40 le van a dar paso a siquiera algo de lo bueno que trae aparejado la juventud? Y a usted, maestro, ¿le fue mejor en los 40 o en los 50? ¿Qué edad tenía cuando dijo eso tan interesante que dijo, y por qué lo dijo? Se lo pregunto porque yo esta década infame, desde luego que no en todo pero sí en lo anímico, por desanímico, no sólo no la quiero volver a vivir sino que me la quiero borrar de la cabeza, pero sin un alzhéimer por medio. Menos mal que usted no supo del bueno de Alois y de su enfermedad bellaca que, por cierto, anda haciendo estragos en estos tiempos que en todo se asemejan al 1870 de la queja epistolar de Flaubert. En todo.

 

345. Lo reconoce el educador que quise ser: antes que conseguir, primero, que se aquerenciaran con la literatura para, luego, asistir ojalá a su enviciamiento sin retorno, dediqué, si cabe, más empeño a, por un lado, vencer la apatía política de los estudiantes que callaban cuando los alienados de la extrema izquierda repetían, ahora en clase, los escupitajos ideológicos que oían en las asambleas estudiantiles y, por otro, a intentar morigerar, mediante la lectura y los debates que de ella se suscitaban, las pulsiones extemporáneas de revolución de los anacrónicos. Como lo primero produjo magros resultados y lo restante aun peores, aquí me tiene, doctor Wasserman, pensionado a los 49 años y sin pisar un aula “real” hace lo menos cuatro, leyéndolo a usted y a los demás del cenáculo, y en el fondo nostálgico de no poder compartir con todos esos muchachos reflexiones como ésta, que de procesarlas como es debido los harían tan sabios: “…Es muy posible que el liderazgo sea un rasgo que se haya desarrollado en la evolución (tanto biológica como cultural). Al fin y al cabo, el buen liderazgo es una ventaja evolutiva cuando se enfrentan situaciones que requieren movilizar a un grupo. Los cardúmenes de peces y las bandadas de aves migratorias parecen obedecer la dirección de algunos ‘escogidos’. Nuestros primos cercanos, los chimpancés y los bonobos, también eligen líderes que los guían, pero son diferentes estilos de guía. Los evolucionistas hablan de liderazgos ‘dominante’ y ‘de prestigio’. Los chimpancés parecen usar el primero que es impositivo, los bonobos el segundo. Los humanos optimistas quisiéramos parecernos más a los bonobos que concilian amistosamente (a veces más que amistosa, amorosamente). Posiblemente estamos en el medio, pero la evidencia histórica parece mostrar que cuando las sociedades se sienten amenazadas de alguna forma tienden a escoger los liderazgos dominantes. Los políticos se han dado cuenta de eso y tratan, de todas las maneras posibles, de que nos sintamos amenazados” (por los de enfrente -por la competencia-, que tanto se les parece).

 

346. ¿Que en qué consiste eso de tener un propósito claro en la vida? Les responde este carnal mío, y no con teorías vacuas: “Y, completamente solo, desde siempre, iba en busca de mi madre, según creo, con la intención de asentar nuestras relaciones sobre una base menos inestable. Y cuando estaba por fin en su casa, y he llegado a ella varias veces, me marchaba sin haber hecho nada en tal sentido. Y cuando ya no estaba en su casa estaba de nuevo en camino hacia ella, esperando que la próxima vez sabría hacerlo mejor. Y cuando aparentaba renunciar y dedicarme a otra cosa, o no ocuparme ya de cosa alguna, lo que hacía era madurar mis planes y buscar el camino de su casa. Qué curioso”.

 

A mí lo que me parece curioso, y traumático, viejo Mo, es que habiendo tenido propósitos claros en la vida -porque los tuve-, se me hayan traspapelado como tantos de estos desahogos, aunque con la diferencia de que con éstos doy si me aplico a buscar con juicio.

 

347. Si ustedes llegan a leer -o releen- esta novela de Beckett, muy posiblemente relacionen a su protagonista tan disperso con quien por desgracia hoy ocupa la Casa de Nariño. ¿La diferencia entre Molloy y Petro? Aparte de la lucidez y el encanto absurdo del personaje de papel, el hecho fatídico de que el de carne y hueso con sus dispersiones e improvisaciones crónicas arrastra a todo un país, esperemos que no hacia un abismo tipo el venezolano, mas sí hacia un estado de postración generalizada. ¿Que a Gregorio Ríos se le extraviaron los objetivos y se le enmalezó el camino? No son las vidas de millones de personas las que resultan dañadas gravemente o al menos afectadas.

 

348. --¡Un no rotundo a los nefelibatas de lo irrealizable, a los resentidos y a los insaciables malintencionados de la política!

--Lo suscribo si antes me responde una pregunta. ¿De dónde sacamos, en la ingenua y visceral Latinoamérica que es el Tercer Mundo, votantes convencidos de que lo que procede en política es el reformismo que propugnan los tecnócratas, y no los cantos de sirena de los vendedores de humo igualitario o el anarcocapitalismo disfrazado o desembozado de los que figuran o aspiran a figurar en Forbes?

--Tocó preguntarles al Uruguay y a la Costa Rica de hoy y pronto, no vaya a ser que se degraden para no desentonar con el vecindario.

 

349. Será tal la magia de la literatura que al ciego que soy le permite ver, de cuerpo entero y de forma retrospectiva, a dos de los bandidos más sanguinarios y despiadados de este país en que se dan silvestres: “Aquel niño le pinchaba los ojos a los pájaros; y le gustaba ver salir esa gotita de aire y de luz, ese rocío limpio de mañanitas frescas. Luego los echaba a volar y se reía al verlos chocar contra el muro de su casa, con un ruido muy triste. Creció y fue de aquéllos”.

 

Creció y fue Jorge Bricéño Suárez, más conocido por su otro alias de Mono Jojoy. Creció y fue Mario Montoya Uribe, alias Litroesangre. Que uno y otro encarnen héroes para millones de colombianos irreconciliables en sus posturas políticas muy bien explica nuestra historia de violencia. Y el tipo de sociedad que somos.

 

350. ¿Que el arte humaniza? Lo sabe el ‘Salvator Mundi’ de Leonardo, que desde 2017 obra en poder de un descuartizador real, y no porque aquella divinidad pictórica se proponga disputarle a su carnal el diablo el alma del tirano.

 

351. Tentado me vi de renegar de mi desahogo número 241 por el elogio que en él le dedico a Jorge Mario Bergoglio. Pero tras releerlo resolví no hacerlo y la razón es muy sencilla y cierta: se trata de un buen político y de un buen diplomático. O sea de una de esas figuras públicas que hacen malabares sin nombre para contentar a sus homólogos los poderosos o al menos para no enemistarse con ellos. Lamentablemente -o por fortuna: según quién hable-, por humano, o sea por falible, a Su Santidad también lo traiciona el subconsciente, que le hace patinar la diplomacia y expeler una que otra miseria -una que otra querencia- por la misma boca que, en cambio, se empecinó en callar cuando la dictadura de su país robaba recién nacidos y torturaba, asesinaba y desaparecía a inermes de todas las edades: “No olviden nunca su herencia. Son herederos de la Gran Rusia: la Gran Rusia de los santos, de los reyes, la Gran Rusia de Pedro el Grande, de Catalina II, aquel imperio ruso grande, culto, de tanta cultura, de tanta humanidad. No renuncien a esta herencia. Ustedes son los herederos de la Gran Madre Rusia, sigan adelante”: ¡y que vivan -sólo le faltó decirles a los muchachos católicos que lo escuchaban para redondear la infamia- el gran Vladímir Putin y la valentía de sus soldados, que luchan contra la nazi Ucrania y el fascismo de sus gobernantes! Quien lo ve: tan viejito y tan canalla.

 

352. Se pregunta Rosa Montero en una columna reciente en El País de España a propósito del escándalo protagonizado por Luis Rubiales: “¿Cómo es posible que a estas alturas del siglo XXI pueda haber alguien mínimamente sensato, sea hombre o mujer, que no se considere feminista, es decir, antisexista? Yo lo veo algo tan obvio como intentar ser antirracista”, y yo respondo.

 

Si una lucha en principio justa para combatir una injusticia empieza a producir a su vez injusticias, yo me aparto. Imagínate sólo por un momento, admirada y querida Rosita, que el impulsivo e insensato aquel es un hermano o un hijo o un amigo al que mucho quieres. ¿Habrías escrito lo que escribiste, sumándote de paso al linchamiento infame y desproporcionado que él y su familia han sufrido, nada más que por un acto reprochable que, por mucho que se empeñen las furibundas del feminismo y ustedes las moderadas, no constituye el delito sexual con que gustosas lo mandarían a la cárcel? ¿Abuso sexual un maldito pico sobre el que de plano el país y el mundo niegan cualquier posibilidad de aquiescencia verbal o no verbal, tal que si miles de millones de personas hubieran estado ahí con ellos para oír lo que se dijeron con la boca o la mirada? ¡Como si desde siempre las mujeres no se hubieran tomado todo tipo de libertades con los hombres que les gustan, desde una picada de ojo hasta conseguir metérseles desnudas en la cama del hotel en que se hospedan a los famosos que las trastornan, pasando por las persecuciones asfixiantes que en nosotros se llaman acoso y en ustedes enamoramiento! ¿Y cómo es posible que en una democracia como la española se borre de un plumazo la separación de los poderes y el ejecutivo se vaya lanza en ristre contra el “victimario”, al que condena de antemano al ostracismo social, y le niega los derechos sagrados a la presunción de inocencia y el debido proceso?

 

Pero si lo anterior se te antoja razón insuficiente para que me declare contrario al feminismo del modo en que se lo practica hoy, te invito a que veas en YouTube el capítulo titulado ‘El delito olvidado que arruina vidas’ de un programa de televisión colombiano llamado Séptimo Día, y a que leas un artículo de Pérez-Reverte que acaso ya conozcas: ‘Fabricando misóginos’ se titula. Y te soy sincero: no les creo ni por un segundo a las Yolandas Díaz e Irenes Montero, es decir a las ultrafeministas de todas partes, cuando salen a decir que a lo que le apuntan es a la igualdad. Falso porque es odio lo que exudan contra los varones que no transigimos con su vesania. Y contra todo Rubiales que les dé papaya.

 

353. ¿Qué se le agrega a la completitud?: “El hormiguero mata la personalidad, y por ahí va la cosa. El drama de los seres humanos es el de haber evolucionado como individuos por un lado y como seres sociales por el otro, aunque sin haber dado con la fórmula capaz de articular ambas peculiaridades. Ante ese problema de costura, hay sociedades que eligen el individualismo feroz o la masificación total. […] Significa que no tenemos remedio ni solos ni acompañados. La mezcla deseable de aislamiento egoísta y congregación solidaria está resultando más difícil de lo esperado, en el supuesto de que alguien espere algo de esta pobre humanidad. Somos capaces de imaginar un centauro, pero inhábiles para diseñar una sociedad lo suficientemente mixta como para vivir en paz”.

 

Ahí verán si siguen machacando la mentecatez de que incluso el mejor periodismo de opinión -las columnas de los grandes en periódicos y revistas- es flor de un día.

 

354. Lo reconoce el educador que quise ser: antes que conseguir, primero, que se aquerenciaran con la literatura para, luego, asistir ojalá a su enviciamiento sin retorno, dediqué, si cabe, más empeño a, por un lado, vencer la apatía política de los estudiantes que callaban cuando los alienados de la extrema izquierda repetían, ahora en clase, los escupitajos ideológicos que oían en las asambleas estudiantiles y, por otro, a intentar morigerar, mediante la lectura y los debates que de ella se suscitaban, las pulsiones extemporáneas de revolución de los anacrónicos. Como lo primero produjo magros resultados y lo segundo aun peores, aquí me tiene, estimado Daniel, pensionado a los 49 años y sin pisar un aula “real” hace lo menos cuatro, leyéndolo a usted y a los demás del cenáculo, y en el fondo nostálgico de no poder compartir con todos esos muchachos reflexiones como ésta, que de procesarlas como es debido los harían tan sabios: “…Por supuesto que la sociedad está atravesada de conflictos y la política en mayor medida, a la que hemos confiado la misión de representar nuestros diferentes valores e intereses. La práctica de la amabilidad no significa sustraerse al conflicto, sino aceptarlo, reconducirlo de modo que sirva para avanzar y no se convierta en un evento de destrucción. La cuestión es transformar el conflicto en energía positiva cuando resulte posible, evitarlo cuando se pueda y hacerlo siempre más breve y menos dañino. Para esto necesitamos reflexionar sobre la posibilidad de otro tipo de liderazgo que no consista en ‘matar’ al adversario. ¿Estamos tan seguros de que no hay otro procedimiento que sea recompensado en términos electorales? […] Un liderazgo cordial es posible y debería recoger algunas propiedades que requieren más inteligencia y sofisticación que la rudeza del choque con el adversario. De entrada, aceptar que el mundo es complejo requiere más coraje que simular la fortaleza de quien se cree en el lado correcto de la historia, previamente simplificada entre buenos y malos. Nuestros representantes deberían reconocer la incertidumbre en la que se encuentran, no mostrar una seguridad de la que carecen y estar dispuestos a admitir los errores. Si no lo hacen es porque piensan que los representados no lo aceptaríamos. De ahí que estén aterrorizados por los propios errores y por el hecho de que otros puedan apoyarse en ellos para obtener ventajas en términos de competencia. Pero los errores nos hacen amables, como decía Goethe. […] Dejarse marcar el paso por los más ideologizados entre los propios sirve para mantener unida a la tribu, pero no permite ampliar los apoyos electorales o la posibilidad de construir mayorías parlamentarias y sociales con otros agentes políticos. Aquella opinión, erróneamente adjudicada a Darwin, de que solo sobrevive quien más compite, era en realidad una frase de Herbert Spencer para caracterizar ese mundo regido por la competición implacable y despiadada que está en el origen de la desigualdad. Hay quien ha propuesto que sería más coherente con el pensamiento de Darwin hablar de la supervivencia del más amable, ya que la cooperación, más que la competición, es lo que ha hecho posibles los éxitos de nuestra especie. […] El prestigio de la lógica combativa es inmerecido y tampoco sirve para la supervivencia política”. (¿Escuchan en la Casa de Nariño? ¿Aló, presidente? ¿No hay nadie del otro lado de la (primera) línea? ¿Tampoco los y les nadies, las Nadias ni las Nidias de la vicepresidenta? No, querido Innerarity: imposible la comunicación con esta gente. También con la otra.)

 

355. Qué vaina con la vida. ¿Pero es que ni en los proyectos de muerte se puede ser un tris original? Que Gabriel Ferrater -de cuya (in)existencia me vine a enterar hace apenas unos días- lo hubiera planeado, divulgado y ejecutado antes que yo, lo prueba concluyentemente.

 

356. Escribe un hombre al que admiro grandemente: “Entre nosotros las opiniones se afirman muchas veces por escrito con la contundencia de un puñetazo en la barra de un bar”, y me aterro de que a él le moleste esto que yo celebro. Que existan o hayan existido los Pérez-Reverte, los Marías, los Caballero, los Fernandos Vallejo, los Savater y todos los capaces de despertar en los objetos de sus dardos envenenados de acre lucidez odios viscerales e inquinas que pueden durar toda una vida y hasta legarse a la descendencia. Que existan o hayan existido los Naím, los Abad Faciolince, los Vásquez, las Montero, las Bonnett y otros también valientes y objetivos -en la medida en que se pueden ser las dos cosas- que opinan con claridad y sin “descomponerse”, muy posiblemente porque tal sea su talante. Que existan y hayan existido los Constaín, las Irenes Vallejo, los Millás, los Vicent, los Vilas y los que como ellos no renuncian a la denuncia e intentan mantenerse ecuánimes en sus críticas, que privilegian la alusión inteligente antes que los nombres propios. De todos aprendo a la par que disfruto de sus muy personales formas de habérselas con sus opiniones. Con los demás, quiero decir con los militantes, provechosos pese a su militancia por lo común en el mamertismo, me peleo a palabrotas y hasta me voy a las manos aunque rara vez rompa lazos con ellos.

 

357. Es más, maestro Muñoz Molina: a mí, que sobra aclarar que no pertenezco al “nosotros” de la cita, la literatura me sirve de desahogo, pues es sólo gracias a lo que leo y escribo como consigo mantener a raya al francotirador exclusivamente bajo mis órdenes que a diario y desde siempre he fantaseado con ser. Mientras que la ceguera congénita, para que no me sea posible dar con el arma depurativa que busco y rebusco, jamás con éxito.

 

358. Venga y le cuento, Hetícor, un problema que tengo con su Salvo mi corazón, todo está bien: voy por la K y ya estoy más enamorado de Darlis que el propio Córdoba. ¿No conoce usted a otra siquiera parecida para que me la presente, que sin dudarlo me caso? Claro: si nos casa Sánchez.

 

359. Me gustaría preguntarles a los españoles que leo habitualmente en periódicos y revistas de aquí y de allá por qué para ellos, diría que para todos ellos, la nostalgia y la añoranza, que yo tanto disfruto no obstante el sufrimiento dulce que acarrean, tienen tan mala fama. Y lo digo porque cuando no se las juzga abiertamente, cual si se tratara de sentimientos innobles, los muy pocos que las justifican o reivindican lo hacen explicándose a sí mismos y con palabras que denotan una como incomodidad vergonzante.

 

¿Qué hay de malo -aparte de la imposibilidad de materializar la presencia- en sentirse nostálgico y añorante de alguien muerto, o vivo aunque fuera de nuestro alcance, al que mucho se quiso y con quien se vibró al unísono, si nos lo recuerda una canción en particular, o muchas de un género que en Colombia llamamos ‘música para planchar’? ¿Qué hay de malo en pasarse horas enteras mirando fotografías de momentos amables que transcurrieron en compañía de alguien -una hermana, un amigo, los padres, nuevamente una pareja- por desgracia hoy ausente? Es más: ¿qué hay de malo en que yo añore, nostálgico, algo a lo que llegué demasiado tarde, a saber: los tiempos antediluvianos en que dos personas -Juan Gregorio y Elvia, Orfi y Abe- se conocían, se enamoraban, se casaban, ella perdía la virginidad en la luna de miel y etcétera, etcétera? Y no se trata de que repudie los días en que me correspondió ser joven; al contrario: bendigo la posibilidad de acostarse con la novia, las amigas e incluso las primas si ellas lo tienen a bien.

 

¿Que aquella pareja de amigos son fieles, y además se quieren y respetan? Nostálgico me siento de no ser como él en ese sentido. ¿Que recuerdo, con añoranza, los años tan felices en que mi cuerpo de veinteañero o de treintañero exultaba porque se podía fundir con dos y hasta con tres no al tiempo -otra dicha que me voy a morir sin paladear-, mas sí por la misma época? ¡Maravilloso todo, salvo este presente tan añorante y nostálgico!

 

360. “Afortunados los que fueron gobernados por el caballo de Calígula”. Lo pienso cada vez que, asqueado, escucho un nuevo discurso de Petro el presidente. Son tantas las infamias, las inexactitudes de toda clase, las mentiras que escupe sin sonrojarse; tantas su ignorancia, desvergüenza y mala leche que no cabe sino concluir que Céline tiene razón: por descontado que Incitatus no rebuznaría como lo hace este otro homúnculo al que más de once millones de votantes entronizaron, con el mismo derecho con el que yo deploro su elección, y por espacio de cuatro años que se harán eternos, en la Casa de Nariño.

 

Adenda: ¿cuándo será que Daniel Coronell, María Jimena Duzán o Cecilia Orozco Tascón se resuelven a desvelar lo que de sobra deben conocer de fuentes confiables: las razones de que Gustavo Petro deje plantado a todo el que le da la gana o llegue tarde a donde le da la gana, pisoteando el hecho de que su sueldo y privilegios se pagan con los impuestos que todos tributamos? De una cosa estoy seguro, estimados columnistas a los que leo porque los admiro: si el faltón consuetudinario e irrespetuoso que tenemos por presidente no fuera el que es sino cualquiera de sus antecesores, aunque antes que nada Duque y Uribe, las pruebas documentadas de semejante mal ejemplo hace mucho que figurarían en los medios en los que ustedes escriben. Sigo a la espera de la objetividad y la ecuanimidad que yo también les llegué a atribuir un día. 

Mi desmemoria hecha preguntas IV. Divertimento para un apagón planetario

5101. ¿A qué novelista atemporal le decretó un Gabriel García Márquez veinteañero -prueba incontestable de que ni los genios se libran de la estupidez temeraria de la suma juventud- la muerte como creador, en su columna del 21 de junio de 1950, en El Heraldo?

A) A Francis Scott Fitzgerald.

B) A Ernest Hemingway.

C) A John Dos Passos.

D) A John Steinbeck.

 

5102. ¿Qué significa la voz rusa babushka?

A) Amiga.

B) Abuela.

C) Celestina.

D) Santa.

 

5103. ¿Y con qué se imagina uno en las manos, en razón del acontecimiento histórico en que así se bautizó e inmortalizó al personaje original, a una mujer a quien por analogía alguien llama ‘lady Babushka’?

A) Con una bandera.

B) Con una cámara fotográfica.

C) Con un manojo de llaves.

D) con un niño al que guía por entre la multitud.

 

5104. A más de escribir con total eufonía, ¿qué hace o hacía -según se ubique usted en el tiempo-, y con singular maestría, la española Chus Lago?

A) Ascender y descender montañas.

B) Conducir y componer autos de carreras.

C) Jugar al fútbol y dirigir equipos.

D) Bailar y actuar.

 

5105. ¿En territorio de qué país se encuentra el que se adentra en la isla de Baffin?

A) De Estados Unidos.

B) Del Canadá.

C) De Rusia.

D) De Sudáfrica.

 

5106. Nacionalidad de la escritora trans Jan Morris, quien “narró magníficamente el dolor que desde niña le provocaba ser una mujer atrapada en un cuerpo equivocado: ‘No cambié de sexo -decía en una de sus últimas entrevistas-, realmente absorbí uno en el otro...’”.

A) Inglesa.

B) Escocesa.

C) Galesa.

D) Irlandesa.

 

5107. ¿Cuándo recibió la pacifista y escritora Bertha von Suttner, quien murió de cáncer poco antes de que la Primera Guerra Mundial se desatara, el Premio Nobel de la Paz?

A) En 1908.

B) En 1907.

C) En 1905.

D) En 1906.

 

5108. ¿Cuándo se celebra, entre otros países en Alemania y la República Checa, la Noche de Walpurgis?

A) Entre el 31 de diciembre y el 1 de enero.

B) Entre el 30 de abril y el 1 de mayo.

C) Entre el 30 de junio y el 1 de julio.

D) Entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre.

 

5109. ¿De qué jerga forma parte -o lo hizo originariamente- el término disforia?

A) De la musical.

B) De la médica.

C) De la literaria.

D) De la política.

 

5110. ¿Qué significa el verbo lucubrar o elucubrar, cuya etimología remite a la voz latina lucubrum: “pequeña lámpara con un nombre precioso [...], de la que dijo San Isidoro de Sevilla que era la combinación de las dos cosas, la luz y la sombra”, y que los romanos empleaban para alumbrarse?

A) “Trabajar velando y con aplicación en obras de ingenio”.

B) “Imaginar sin mucho fundamento”.

C) A o B.

D) Ni A ni B.

 

5111. ¿Cuál de estos títulos salió del caletre del psicólogo estadounidense Michael McCullough, textos que deberían ser de obligatoria lectura, evaluada mediante examen riguroso, para todo el que aspire a ejercer la política o cualquier cargo de servicio público?

A) The Kindness of Strangers.

B) Beyond Revenge.

C) To Forgive Is Human.

D) Todo lo anterior.

 

5112. ¿Cuál de estos títulos corresponde a una de las novelas escritas por la autora colombiana Melba Escobar?

A) La casa de la belleza.

B) Duermevela.

C) La mujer que hablaba sola.

D) Todo lo anterior.

 

5113. ¿Qué voz inteligente, de esas que jamás caducan, soltó este aserto que la humanidad en pleno va a comprender, será cuando el infierno se apague: “Ningún país puede ser bien gobernado a menos que sus ciudadanos como colectivo crean firmemente en que ellos son los guardianes de la ley, y de que los oficiales de policía son tan sólo la maquinaria para su ejecución, y nada más”?

A) La de John Locke.

B) La de Bertrand Russell.

C) La de John Rawls.

D) Nada de lo anterior.

 

5114. Nacionalidad del filósofo John Passmore.

A) Inglesa.

B) Estadounidense.

C) Canadiense.

D) Nada de lo anterior.

 

5115. ¿De qué año es Manhattan Transfer, la para mí mejor entre las novelas que tienen, no a “personas” como protagonistas, sino a ciudades?

A) De 1925.

B) De 1920.

C) De 1910.

D) De 1915.

 

5116. ¿Qué Oppenheimer es (los delitos de lesa humanidad jamás prescriben) el científico y criminal de guerra a cargo del aviesísimo Proyecto Manhattan, cuyos resultados atroces ustedes bien conocen?

A) Nicholas F.

B) Stephen.

C) Peter.

D) J. Robert.

 

5117. ¿Qué perdió en un accidente de tráfico el supercriminal de guerra Edward Teller, ‘padre de la bomba H’?

A) Un ojo.

B) Un brazo.

C) Una pierna.

D) El miembro.

 

5118. ¿Y en dónde nació esa joyita, que por sí sola se basta para justificar la aprobación sin cortapisas del derecho al aborto hasta en el último rincón del mundo?

A) En Bucarest.

B) En Budapest.

C) En Londres.

D) En Nueva York.

 

5119. ¿Cuánto tiempo separa a la teoría conocida como ‘deriva continental’ de esta otra aún vigente que responde al nombre de ‘tectónica de placas’ y que, por decirlo de alguna manera, complementa y corrige a la primera?

A) Prácticamente 70 años.

B) Prácticamente 50 años.

C) Prácticamente 10 años.

D) Prácticamente 30 años.

 

5120. Nacionalidad del historiador Juan Francisco Fuentes.

A) Española.

B) Colombiana.

C) Venezolana.

D) Mexicana.

 

5121. ¿De cuántos artículos consta hoy (28 de febrero de 2021) el Tratado del Atlántico Norte?

A) De 24.

B) De 44.

C) De 14.

D) De 34.

 

5122. ¿Y cuál de ellos “obliga a los países miembros de la alianza militar a responder colectivamente ante un ataque contra uno de sus miembros”?

A) El III.

B) El VI.

C) El V.

D) El X.

 

5123. ¿De qué historietista hablamos cuando hablamos de títulos tan políticos y a la par tan actuales (y pensar que tantos de mis compañeros ciegos, que no aceptan que son limitados visuales, tampoco pueden disfrutar a plenitud del cómic, la historieta, la novela gráfica y lo que se les asemeja) como ‘Notas al pie de Gaza’, ‘Palestina: en la franja de Gaza’ o ‘Un tributo a la tierra’?

A) De Alison Bechdel.

B) De Robert Crumb.

C) De Joe Sacco.

D) De Art Spiegelman.

E) De Harvey Pekar.

 

5124. ¿Cuántos años transcurrieron entre la publicación de ‘Hay algo que no es como me dicen’ y ‘Nevenka’, respectivamente el libro de Juan José Millás y la serie documental de Netflix de 2021 sobre el caso de Nevenka Fernández, mujer valiente que no esperó a las lapidaciones colectivas de sus congéneres a acosadores genuinos o facturados para denunciar, a título de individuo y de ciudadano, poniendo la cara y arrostrando las consecuencias, es decir como debe hacerse en los países donde impera la democracia, a su victimario, un acosador de aquéllos?

A) Más de 5 pero menos de 10.

B) Más de 10 pero menos de 15.

C) Más de 20 pero menos de 25.

D) Más de 15 pero menos de 20.

 

5125. ¿Qué voz inteligente de esas que jamás caducan reflexionó: “Algunas veces pienso en lo que los historiadores del futuro dirán de nosotros. Una sola frase será suficiente para definir al hombre moderno: fornicaba y leía periódicos” (sentencia que, si de definir a mis coetáneos se tratara, debería ser: fornicaba y se embrutecía -más si cabe- en las redes sociales, o fornicaba y se atragantaba de comida chatarra, o fornicaba y se ensordecía y ensordecía con las estridencias que hacía pasar por música, o fornicaba y arrasaba con el planeta, o fornicaba y propalaba bulos, o...)?

A) La de Camus.

B) La de Georges Clemenceau.

C) La de Sábato.

D) La de Montesquieu.

 

5126. ¿Y cuál de ellas decretó, cambiando de tercio, que “hasta la virtud necesita límites”?

A) La de Camus.

B) La de Georges Clemenceau.

C) La de Sábato.

D) La de Montesquieu.

 

5127. “Se le considera el padre de la notación musical moderna a través de la adopción del tetragrama y la organización y nombramiento de las notas musicales”.

A) El papa Juan XIX.

B) Anselmo de Flandes.

C) Giovanni Battista Doni.

D) El monje benedictino Guido d’Arezzo.

 

5128. ¿Qué de esto es lo que de veras supieron hacer Hans Holbein el Viejo y Hans Holbein el Joven?

A) Pintar.

B) Componer música.

C) Forjar versos.

D) Fabricar instrumentos musicales.

 

5129. ¿Qué voz inteligente de esas que jamás caducan acertó: “Las personas podrían aprender de sus errores si no estuvieran tan ocupadas negándolos”?

A) La de Carl Gustav Jung.

B) La de Erich Fromm.

C) La de Jacques Lacan.

D) La de Wilhelm Stekel.

 

5130. ¿Qué hace el que hinca los codos?

A) Avisa “al que está cercano” y lo advierte “de alguna cosa”.

B) Bebe “mucho vino u otros licores”.

C) Estudia “con ahínco una asignatura”.

D) Nada de lo anterior.

 

5131. ¿Qué anda leyendo alguien que menciona el título ‘Man is Good’, de Leonhard Frank?

A) Un volumen de ensayos.

B) Un poemario.

C) Un volumen de cuentos.

D) Nada de lo anterior.

 

5132. ¿Qué de esto supo hacer Ferruccio Busoni?

A) Tocar el piano.

B) Componer.

C) Dirigir orquestas.

D) Todo lo anterior.

 

5133. ¿Cuál fue la lengua materna del escritor panfletario y sectario defensor de Stalin el genocida, Henri Barbusse?

A) El italiano.

B) El francés.

C) El rumano.

D) El portugués.

 

5134. ¿Quién fue el italiano Michele Pezza, apodado Fra Diavolo y legendario no sólo a causa de ese apodo?

A) Un futbolista tan hábil con la pecosa que había que cometerle falta antes siquiera de que la recibiera.

B) Un humorista tan punzante que lograba que hasta los agelastas se desternillaran.

C) Un actor tan villano en su vida cotidiana cuanto en los papeles que interpretaba.

D) Otro.

 

5135. ¿Dónde y cuándo comenzó el calvario interminable de los afectados por la Enfermedad del aceite tóxico de colza, un crimen que les debería haber acarreado a los industriales que a sabiendas lo ocasionaron sentencias a perpetuidad y, de haber sido yo el juez, torturas sistemáticas y duraderas?

A) En España y en 1981.

B) En Portugal y en 1982.

C) En Polonia y en 1983.

D) En Bulgaria y en 1984.

 

5136. ¿Y de qué lengua aterrizó en el español ese sustantivo en absoluto eufónico, colza?

A) Del polaco.

B) Del portugués.

C) Del búlgaro.

D) De otra.

 

5137. “Revoltoso y que se mete en todo”.

A) Manierista.

B) Manifacero.

C) Manigero.

D) Manijero.

 

5138. “Segunda porción del intestino delgado de los mamíferos, situada entre el duodeno y el íleon”.

A) Yeyuno.

B) Yelluno.

C) Llelluno.

D) Lleyuno.

 

5139. ¿A quién debo agradecer este par de revelaciones con que la vida acaba de obsequiarme: “Trabaja y calla. No pidas. No llames. No cejes. No llores. No mendigues jamás lo que mereces. No escribas a quienes no quieren conocerte. Escribe solo. Olvídate de ser alguien. Estás solo y solo has de llevar a cabo tu trabajo...” “Yo soy aquel que sabe la fecha de su muerte. Soy el que la decide. Nadie puede negarme este poder. Nadie podrá después responder a las muchas y feroces preguntas que dejaré en el aire como herencia y condena a quienes me quisieron. Tan en vano...”?

A) A Juan Vicente Piqueras la primera y a César Vallejo la segunda.

B) A Juan Vicente Piqueras ambas.

C) A César Vallejo la primera y a Juan Vicente Piqueras la segunda.

D) A César Vallejo ambas.

 

5140. ¿Qué provincia de Andalucía atesora el parque natural de Despeñaperros?

A) Sevilla.

B) Jaén.

C) Granada.

D) Otra.

 

5141. Autor(a) de, entre otras también destacables, la novela titulada El lugar del cuerpo.

A) Rodrigo Hasbún.

B) Hebe Uhart.

C) Maeve Brennan.

D) Rodolfo Fogwill.

 

5142. ¿Cuál de los siguientes títulos no corresponde a una de las muy solventes biografías escritas por Emil Ludwig?

A) Fouché, el genio tenebroso.

B) Bismarck: historia de un luchador.

C) Goethe: historia de un hombre.

D) Napoleón.

 

5143. ¿Qué voz de genio aseguró, y por descontado que no hablando de reguetones ni bachatas ni raps o disonancias por el estilo, que “la música es el alimento del alma”, frase trillada donde las haya?

A) La de Beethoven.

B) La de Shakespeare.

C) La de Schumann.

D) La de Cervantes.

 

5144. ¿En qué obra decretó Ernest Hemingway que “el hombre puede ser derrotado, pero no vencido”?

A) En El viejo y el mar.

B) En Por quién doblan las campanas.

C) En Adiós a las armas.

D) En París era una fiesta.

 

5145. ¿A qué provincia de Andalucía lo invitan a uno si lo convidan a pasar unos días en Puerto Banús?

A) A Sevilla.

B) A Jaén.

C) A Granada.

D) A otra.

 

5146. ¿Qué le sirven a uno, digamos en el Líbano, si lo que le ponen delante es un “pan redondo y plano, con tomillo, orégano y aceite”, para que se lo coma “a mordiscos, enrollado y caliente”?

A) Shawarma.

B) Hummus.

C) Manouche.

D) Otro.

 

5147. ¿Cuántos años después del estreno de ‘El inquilino’, la película dirigida por José Antonio Nieves Conde, publicó Javier Cercas su relato homónimo que, para ser franco, no sé si guarde relación con ella?

A) 32.

B) 22.

C) 52.

D) 42.

 

5148. ¿Cómo se titula el ensayo que Miguel Ángel Hernández acaba de publicar (estamos en marzo de 2021)?

A) La siesta del martes.

B) La siesta de un fauno.

C) El don de la siesta.

D) La siesta como ritual.

 

5149. ¿Qué va a hacer fundamentalmente alguien que se acaba de matricular en un curso en el que se pretende estudiar la obra de Nino Rota?

A) Leer libros.

B) Oír música.

C) Mirar cuadros.

D) Visitar edificios.

 

5150. Nacionalidad del escritor -y prisionero por órdenes de los soviéticos- Walter Kempowski, cuya Todo en vano ya figura en mi lista de libros por leer.

A) Italiana.

B) Alemana.

C) Yugoslava.

D) Rusa.

 

5151. ¿En qué orden vinieron al mundo estos 4 insignes de la Iglesia católica al tiempo que inmortales poetas, quienes por sí solos se bastan para probar la inmensa superioridad de su fe frente a cualquier otra epónima de Cristo o con él relacionada?

A) Sor Juana Inés de la Cruz, San Juan de la Cruz, fray Luis de León y Santa Teresa de Jesús.

B) San Juan de la Cruz, fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús y sor Juana Inés de la Cruz.

C) Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús, sor Juana Inés de la Cruz y San Juan de la Cruz.

D) Santa Teresa de Jesús, fray Luis de León, San Juan de la Cruz y sor Juana Inés de la Cruz.

 

5152. ¿Y cuál de los 4 fue quien murió más joven?

A) San Juan de la Cruz.

B) Fray Luis de León.

C) Sor Juana Inés de la Cruz.

D) Santa Teresa de Jesús.

 

5153. Volviendo a la desmesurada superioridad “intelectual” de la fe católica respecto de otras iglesias cristianas y del islam, ¿en qué década del siglo XX sobrevinieron este par de hechos en las antípodas que corroboran con creces mi afirmación (y que tomo de ‘El mundo y sus demonios’): “Hay pues un terreno medio para confesar errores antiguos, como hizo la Iglesia católica romana al reconocer en [...] que Galileo tenía razón, que la Tierra gira alrededor del Sol...” “En [...], la autoridad religiosa suprema de Arabia Saudí, el jeque Abdel-Aziz Ibn Baaz, emitió un edicto, o fatwa, declarando que el mundo es plano. Todo el que crea que es redondo no cree en Dios y debe ser castigado”?

A) En la del 80.

B) En la del 90.

C) En la del 60.

D) En la del 70.

 

5154. ¿Cuál de estos Huxley (familia ilustre donde las haya) fue el abuelo y por tanto el patriarca del clan?

A) Aldous.

B) Andrew.

C) Julian.

D) Thomas Henry.

 

5155. ¿A cuál de ellos se lo conoció, por razones que saltan a la vista, como ‘el bulldog de Darwin’?

A) A Aldous.

B) A Andrew.

C) A Julian.

D) A Thomas Henry.

 

5156. ¿Y cuál de ellos se alzó, en 1963, con un merecido Premio Nobel que ennoblece, más si se puede, a su egregia familia?

A) Aldous.

B) Andrew.

C) Julian.

D) Thomas Henry.

 

5157. ¿En qué desierto de África viven, o vivieron -según se ubique usted en el tiempo-, los ¡Kung San, de cuyas destrezas científicas para rastrear antes que nada a sus presas se hacen lenguas sabios de la estatura intelectual de un Carl Sagan?

A) En el del Sahara.

B) En el de Danakil.

C) En el del Kalahari.

D) En otro.

 

5158. Si hoy (20 de marzo de 2021), por insinuación de Carl Sagan en ‘El mundo y sus demonios’, descargué de Tiflolibros los títulos ‘En el país de las maravillas’ y ‘La creación del universo’ (los únicos con que di amén de muchos de Arthur C. Clarke y ‘Hormigas’ de Julián Huxley), ¿de cuál de estos científicos y divulgadores de la ciencia, recomendados todos por el autor, encontré libros?

A) De George Gamow.

B) De James Jeans.

C) De Arthur Eddington.

D) De J. B. S. Haldane.

E) De Rachel Carson.

 

5159. ¿De qué fue pionero el abogado colombiano, él sí respetable -lo digo por abogado y por colombiano-, Fernando Gómez Agudelo?

A) De la apertura económica.

B) De la televisión.

C) De las bibliotecas públicas.

D) De instituciones que, como Profamilia, trabajan en pro de una sexualidad responsable.

 

5160. ¿Qué español de otros tiempos (y de todos) y qué artista mexicano gestaron, con más de 3 siglos por medio, ‘La gatomaquia’ y ‘Gatomaquia’, títulos que de entrada ponen de manifiesto quiénes, entre las criaturas más maravillosas del universo mundo, son los protagonistas?

A) Góngora y Francisco Toledo.

B) Quevedo y Daniel Romero.

C) Lope de Vega y Vicente Rojo.

D) Fernando de Herrera y Gabriel Orozco.

 

5161. Nacionalidad del pintor Piet Mondrian.

A) Estadounidense.

B) Canadiense.

C) Holandesa.

D) Danesa.

 

5162. ¿En qué década del siglo XX se inauguró en Ciudad de México el Salón Tenampa, cantina legendaria en la que ya no creo que llegue a achisparme con Herradura para luego recalar en el San Ángel Inn y probar, por fin, sus dichosos escamoles?

A) En la primera.

B) En la segunda.

C) En la de los 20.

D) En la de los 30.

 

5163. Y hablando de ese plato tan mexicano y hoy por hoy tan exótico, ¿cuál de estos alimentos de la cocina típica colombiana se le llega a asemejar, desde luego que guardadas las diferencias de rigor?

A) La lechona tolimense.

B) Las hormigas culonas santandereanas.

C) El ajiaco santafereño.

D) El cocido boyacense.

 

5164. ¿De quién se enamora alguien que asegura que se prendó, en una visita a México precisamente (claro que el enamoramiento habría podido sobrevenir de mil formas más), del doctor Atl?

A) De un compositor y pianista.

B) De un pintor y escritor.

C) De un actor y director de cine.

D) De un cocinero y repostero.

 

5165. ¿Cuál de los siguientes títulos no pertenece al haber literario del “ensayista inteligente” Enrique Lynch?

A) Prosa y circunstancia.

B) La lección de Sheherezade.

C) Los dedos de la mano.

D) Sobre la belleza.

 

5166. ¿Cuál de estos títulos es el único que pertenece al haber literario de mi compadre el suicida Aliocha Coll?

A) El regreso del alba.

B) La guerra de los trofeos.

C) El hilo de seda.

D) La novia del capitán.

 

5167. ¿En qué año de este siglo de grandes avances científicos y tecnológicos y de comportamientos medievales (de tan insensatos y oscurantistas) publicó J. M. Coetzee Elizabeth Costello, esa novela cuyo título sabe y huele a clásico?

A) En 2006.

B) En 2005.

C) En 2004.

D) En 2003.

 

5168. “Enfermedad crónica, con manifestaciones cutáneas y perturbaciones digestivas y nerviosas, producida por defectos de la alimentación, sobre todo de ciertas vitaminas”.

A) Onagra.

B) Pelagra.

C) A y B.

D) Ni A ni B.

 

5169. Nacionalidad del ensayista, cuentista y traductor Cristian Crusat.

A) Germanoargentina.

B) Uruguayopolonesa.

C) Hispanoholandesa.

D) Mexicana.

 

5170. ¿Cuántos hijos y con cuántas mujeres tuvo el pintor Lucian Freud, todo un lastre para la salud del planeta y un pésimo ejemplo biológico para sus descendientes y las generaciones futuras?

A) Dieciséis con siete.

B) Diez con cuatro.

C) Catorce con seis.

D) Doce con cinco.

 

5171. ¿Y qué fue el prolífico e irresponsable Lucian de Sigmund, inmortales ambos?

A) Su nieto.

B) Su sobrino.

C) Su primo.

D) Nada en absoluto.

 

5172. ¿Cuántos años median entre la publicación de David Copperfield, la novela de Dickens, y el nacimiento de aquel gran ilusionista estadounidense que por momentos me hacía querer, lo mismo que ciertas pinturas y paisajes y todos los animales, ver no más que por un día?

A) 106.

B) 100.

C) 104.

D) 102.

 

5173. ¿De quién de ellos se cuenta que respondió, a la pregunta de en dónde querría vivir, con esta joya del más puro cosmopolitismo o, si lo prefieren, del más contundente antinacionalismo: “En una casa con el portal en una calle de París y su puerta trasera en el Soho, con ventanas al Gran Canal veneciano, con un pasaje secreto que llevase a la plaza de Cracovia y una terraza con vistas a una playa del Pacífico”?

A) De John Ashbery.

B) De John Passmore.

C) De Frank O’Hara.

D) De Leszek Kolakowski.

 

5174. Autor de ‘Las democracias latinas de América’, ensayo al que un gran amigo me remite para que vea que, al menos los colombianos, sí nos bañamos siempre en el mismo río... de odios y mezquindades políticas.

A) Francisco García-Calderón Landa.

B) Ventura García-Calderón.

C) Francisco García-Calderón Rey.

D) Otro.

 

5175. “Rufianesca o junta de rufianes o ladrones”.

A) Jácara.

B) Jacarandá.

C) Jacarandana.

D) Todo lo anterior.

 

5176. ¿Según qué evangelista María Magdalena es la primera persona que ve y habla -no lo toca- con el Jesús resucitado, escena de la que pueden dar fe un par de ángeles que miran desde dentro del sepulcro?

A) Según Juan.

B) Según Marcos.

C) Según Lucas.

D) Según Mateo.

 

5177. ¿Hace cuánto tiempo (estamos en abril de 2021, segundo año de la peste del coronavirus) “los marinos de la ciudad fortaleza de Kronstadt, en la isla de Kotlin, protagonistas de las revoluciones rusas de 1905 y febrero de 1917, artífices del triunfo bolchevique en octubre de 1917, bastiones en la guerra civil contra los rusos blancos, fueron masacrados por órdenes de los mismos líderes que habían ayudado a encumbrar”?

A) 105 años.

B) 100 años.

C) 95 años.

D) 90 años.

 

5178. ¿A qué emperador de Roma cuenta la historia que Epafrodito ayudó a suicidarse cuando aquél juzgó llegado el momento (todo un ejemplo de resolución y humanidad en estos tiempos en que la eutanasia sigue siendo tabú y anatema en prácticamente el mundo entero)?

A) A Claudio.

B) A Nerón.

C) A Galba.

D) A Marco Salvio Otón.

 

5179. ¿Cuándo se publicó ‘La bestia’, libro del periodista salvadoreño Óscar Martínez, y se estrenó ‘La jaula de oro’, película del cineasta nacionalizado mexicano Diego Quemada-Díez, uno y otra en torno al drama infernal que sufren los centroamericanos que, desesperados, lo arriesgan todo para poder vivir en los Estados Unidos?

A) Ambos en 2014.

B) Ambos en 2013.

C) En 2014 y en 2013 respectivamente.

D) En 2013 y en 2014 respectivamente.

 

5180. ¿A quién se le atribuye la famosa frase “venceréis, pero no convenceréis” que el bárbaro de Millán-Astray al parecer hubo de oír el 12 de octubre de 1936, nada menos que en el paraninfo de la Universidad de Salamanca?

A) A Manuel Machado.

B) A Ramiro de Maeztu.

C) A Carlos Arniches.

D) A otro.

 

5181. ¿De qué año y de qué director es ‘Hermano sol, hermana luna’, película que me recomendó un amigo a cuya amistad llegué demasiado tarde?

A) De 1972 y de Franco Zeffirelli.

B) De 1970 y de Pier Paolo Pasolini.

): De 1976 y de Bernardo Bertolucci.

D) De 1974 y de Luchino Visconti.

 

5182. ¿De qué lengua toma prestada la frase citoyen du monde alguien que en sus memorias imprescindibles habla sobre cosmopolitismo?

A) Del catalán.

B) Del portugués.

C) Del francés.

D) Del euskera.

 

5183. ¿Qué cáncer, amén del que nos va royendo producto del tiempo que pasa, acabó con la vida -o precipitó la pactada eutanasia- del octogenario Freud?

A) Uno de próstata.

B) Uno de estómago.

C) Uno de pulmón.

D) Otro.

 

5184. ¿Quiénes, en el Reino Unido, tienen más a mano -desde luego que por cercanía- la bella y harto interesante ciudad de Bath?

A) Los cardifianos.

B) Los belfianos.

C) Los edimburgueses.

D) Los londinenses.

 

5185. Si, a uno de los pobres muchachos víctimas del igualitarismo más hipócrita y ramplón lo remitimos (por supuesto que del todo en vano) al poema ‘The Hollow Men’ tan pronto le oímos la brillantez de que “yo no creo en genios porque todos somos genios en potencia”, ¿a qué poeta intentamos presentarle?

A) A T. S. Eliot.

B) A Stefan George.

C) A George Eliot.

D) A Georg Trakl.

 

5186. Si en una asignatura llamada Literatura e Historia el profesor deja, como primera tarea del curso, la lectura y el análisis de ‘September 1, 1939’, ¿a qué poeta remite a sus alumnos?

A) A Siegfried Sassoon.

B) A Stephen Spender.

C) A Al Alvarez.

D) A W. H. Auden.

 

5187. ¿En qué siglo vivió y escribió lo que escribió el sueco Johan Henric Kellgren?

A) En el XX.

B) En el XVII.

C) En el XVIII.

D) En el XIX.

 

5188. ¿En qué siglo vivió Macrobio, quien “fue un delicioso e infinito escritor [...], un gramático y un erudito y un astrónomo y un chismógrafo que formuló por primera vez en la historia la paradoja del huevo y la gallina -qué es primero, nadie lo sabe-“?

A) En el V antes de Cristo.

B) En el V después de Cristo.

C) En el III antes de Cristo.

D) En el III después de Cristo.

 

5189. ¿Qué hace el que se farda un poco, algo o mucho?

A) Se enoja.

B) Se ruboriza.

C) Se jacta.

D) Se aburre.

 

5190. ¿Qué nos invita a oír un personaje de Kafka que como al pasar menciona el título ‘La princesa del dólar’?

A) Una opereta.

B) Una ópera.

C) Una sinfonía.

D) Un poema sinfónico.

 

5191. ¿En qué capital europea se encuentra alguien que nos habla en un correo electrónico, por demás muy bien escrito, de sus impresiones del puente de Carlos?

A) En Praga.

B) En Viena.

C) En Budapest.

D) En Bratislava.

 

5192. ¿De quién es esta breve anécdota que explica con suficiencia lo impresionable y manipulable que es, para bien y para mal, el cerebro humano: “Una hermosa niña oye ciertos ruidos al otro lado de la pared de su cuarto. Teme que sean ratones, pero se tranquiliza cuando le dicen que del otro lado hay una pesebrera con un caballo inquieto. ‘¿Es un semental?’, pregunta la niña, y se vuelve a dormir”?

A) De Karl Christian Friedrich Krause.

B) De Karl Kraus.

C) De Nicole Krauss.

D) De Enrique Krauze.

 

5193. ¿Cuál de los siguientes no es uno de los 3 idiomas oficiales de la República de Vanuatu, en el Pacífico sur, donde por estos días andan en una suerte de duelo carnavalesco por la muerte de Felipe, duque de Edimburgo?

A) El inglés.

B) El bislama.

C) El francés.

D) El pidgin.

 

5194. ¿Qué sustantivo es el que de veras me ayuda a definir la proeza digna de gloria que perpetró, en 1906, mi amigo Wilhelm Voigt?

A) Impostura.

B) Apostura.

C) Compostura.

D) Otro.

 

5195. Y si la proeza tuvo lugar en Köpenick, ¿dónde ocurrió?

A) En Dinamarca.

B) En Austria.

C) En Polonia.

D) En Alemania.

 

5196. ¿De dónde es originario el okapi: “Mamífero artiodáctilo rumiante, de la misma familia que la jirafa, aunque con el cuello y las patas más cortos. El pelaje es pardo rojizo; la cara, blanca, y las patas y cuartos traseros, listados como en las cebras. Es esquivo, de costumbres nocturnas y vive en...”?

A) De Asia.

B) De Oceanía.

C: De África.

D) De Europa.

E) De América.

 

5197. ¿En cuántos estados de los Estados Unidos figura hoy (21 de abril de 2021) el topónimo Ithaca?

A) En 2.

B) En 4.

C) En 8.

D) En 6.

 

5198. Si los que tanto admiran al Obama presidente y ahora estrella mediática global (y claro que reúne méritos para que se lo admire) supieran de la vida de este negro más berraco aún que el esposo de Michel dadas las durísimas circunstancias de su yo y sus logros inconmensurables, de seguro que ponderarían su fanatismo aunque fuera un poco.

A) Frederick Douglass.

B) Frederick Low.

C) Frederick W. Case.

D) Nada de lo anterior.

 

5199. Y si los estudiantes que hoy -y desde hace tanto- bostezan con sólo oír el verbo leer, pero inexplicablemente se gradúan de tantas cosas sin saber hacerlo, supieran que él fue quien llegó a ser gracias a que se impuso aprender y a su férreo carácter, se apresurarían, a manera de mea culpa, a estudiar su autobiografía, que se publicó en...

A) 1855.

B) 1845.

C) 1850.

D) 1840.

 

5200. Sinónimo del adjetivo estocástico.

A) Azaroso.

B) Desidioso.

C) Despacioso.

D) Deshonroso.